"De Vallecas al Valle del Kas. Otra transición" de Sixto Rodríguez Leal

De Vallecas al Valle del Kas (2ª edición)
Viernes 5 de mayo19.3horas
Presentación de la segunda edición del libro, mediante una conversación con Sixto Rodríguez, Mariano Sánchez, Mariano Monjas, Juan José Espartero y Valentín Fernández.

   En enero de 2003 recibimos en Librería Muga la primera edición de De Vallecas al Valle del Kas, con el subtítulo Los años vividos: 1975-1986. Desde entonces el libro de Sixto Rodríguez Leal se ha convertido en un libro imprescindible para cualquiera que quiera entender no sólo la historia de Vallecas durante aquella época, sino el espíritu que anima estos barrios, de dónde vieneN y quizá, hacia dónde vaN. 
   En una reseña/entrevista con Rodolfo Serrano que circula todavía en la red dice Sixto: "Esto no es mío. Esto es un trabajo de todos. Esto es el orgullo de ser vallecano. Sólo soy el compilador, es la gente de aquí la que lo cuenta, la que lo vive". Y con la frase que sigue expresa lo que le animó a recopilar los artículos que constituyen este libro: "Yo lo que quiero es dejar memoria, que no se nos olvide de dónde venimos. Y cómo se construyó Vallecas".
   Ahora, en 2017, Sixto Rodríguez presenta la segunda edición de De Vallecas al Valle del Kas, una edición ampliada, con nuevos textos, más fotografías y ahora subtitulada Otra transición. Y lo presentará en Librería Muga el viernes 5 de mayo, a las 19.30 horas, acompañado de algunos de los autores/protagonistas de este libro: Mariano Sánchez (Radio Vallekas): Mariano Monjas (Asociación de Vecinos San Agustín), Juan José Espartero (Hijos del Agobio) y Valentín Fernández (profesor de filosofía de instituto).



De Vallecas al Valle del Kas
Prólogo de la primera edición del libro

   Este libro se ocupa de uno de los periodos más trascendentes de la historia contemporánea de nuestro país. Como es bien conocido, la "década de la transición" permitió que nuestra sociedad alcanzara niveles políticos, culturales y existenciales muy próximos a los de los países europeos más avanzados. Pero, lo verdaderamente sorprendente de esta época es que todo ello tuvo lugar a un ritmo vertiginoso, lo que provocó a menudo un defecto en la asimilación de las novedades que no dejaría de tener consecuencias, aún claramente visibles en la actualidad.
   Es ésta una historia que se ha contado muchas veces, y que casi siempre se ha presentado como la epopeya de la libertad, que supuso la instauración de una democracia formal, y que permitió el acceso a ciertas porciones de poder de los políticos y profesionales progresistas por primera vez desde la victoria militar y la posterior dictadura franquista. Pero, junto a esta "historia oficial de la transición española" hay otra historia paralela, la que escribieron los miles de jóvenes y las clases populares que trabajaron en la base de la sociedad para hacer posible el advenimiento del régimen democrático. Fueron ellos, en efecto, quienes llenaron las calles de las ciudades a diario para exigir cambios radicales en la vida social y política, quienes dieron su vida en unos momentos en que las manifestaciones populares se contaban al ritmo de los muertos por la represión, y quienes tomaron la libertad que se les negaba adoptando formas de vida y costumbres que chocaban frontalmente con las normas firmemente establecidas por décadas de añejo tradicionalismo.
   De lo que trata este libro es de la aportación colectiva de estos sectores, y, fundamentalmente, de lo que hicieron los jóvenes de la transición -aquellos que vivieron sus veintitantos en esos años- para acelerar los cambios que son la seña de identidad de esa época. Es, por lo tanto, en cierto modo, una obra generacional, pero no de la generación de los triunfadores, de quienes acabaron dando sentido a todo el proceso de la "transición" cuando lograron sentarse en sus escaños como diputados o llegaron al gobierno o a los cargos municipales. No es ésta la narración de "cómo alcanzamos el poder", que ha sido común en el modo en que se ha presentado la historia de la transición hasta ahora. Es más bien la historia del tránsito desde la utopía al "desencanto", primero, y al "pasotismo", después. Es la historia de quienes trataron de construir una Democracia Real, más allá de la mera Democracia Representativa, que deja a los ciudadanos el único poder de depositar un voto cada cuatro años. No es, sin embargo, la narración de un fracaso, pues, pese a que los objetivos que se planteaban resultaron finalmente inalcanzables, quienes participaron en el torrente de acontecimientos de aquellos años ejercieron ya, de algún modo, esa Democracia Real a la que aspiraban en cada una de sus actividades políticas, culturales o cotidianas.
   El derecho de participación política se ejercía dentro y fuera de los partidos, en asambleas, centros culturales, parroquias y asociaciones. El derecho de manifestación se ganó a menudo, a través de "saltos" espontáneos, organizados en horas por pequeños grupos que lograban fácilmente la solidaridad ciudadana. El derecho de reunión se imponía poco a poco, a diario, cuando los jóvenes ocupaban la noche en los bares alternativos, en los todavía muy escasos pubes, en fiestas populares que inevitablemente se transformaban en actos reivindicativos. Para ocupar la calle hubo que hacer frente al miedo de una gran parte de la población, a la represión policial, a la acción de grupos incontrolados que actuaban con la protección de los poderes, aún muy fuertes, de la dictadura.
   Así, se fueron fraguando una serie de movimientos socio-políticos alternativos, que recogían las nuevas experiencias y prácticas que se estaban desarrollando en el ámbito de la intervención juvenil: ecologismo, pacifismo, movimiento verde, radicalismo, nuevas formas de vida y relación. En definitiva, buena parte de las banderas que hoy iza la izquierda tradicional nacieron en la experiencia vital de grupos que seguían política e intelectualmente la estela de las formas de acción que se generaban en la Europa post-mayo del 68. Entre estas experiencias destacó poderosamente la que tuvo lugar durante toda la transición en Vallecas, o por mejor decirlo, Vallekas o el Valle del Kas. En esta zona del sur de Madrid se acogieron singularmente todas las nuevas formas de acción, todas las alternativas políticas, todas las iniciativas espontáneas y organizadas tendentes a acelerar los cambios sociales tras la dictadura. Más allá del localismo, Vallekas se transformó en aquellos años en un laboratorio de experimentación a gran escala, en que confluían las organizaciones tradicionales de la izquierda, los nuevos grupos alternativos, las iniciativas ciudadanas espontáneas, las creaciones culturales marginales y las propuestas intelectuales más avanzadas.
   Este libro se presenta, pues, como el testimonio de lo que sucedió en la década de la transición en Vallekas, cuando la cultura y la política no se habían convertido aún en el patrimonio de los grandes grupos de intereses mediáticos o burocráticos. A través de un cuidadoso trabajo de selección de documentos, referencias cronológicas y material gráfico y de interpretación, el autor encuentra el sentido que tuvo la acción de los movimientos juveniles y populares de la "década de la transición", proporcionando un valioso material para quienes deseen conocer de primera mano los proyectos, esperanzas e ideas que guiaron una época irrepetible.

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