2º aniversario de infoLibre

LECTURAS AL PASO
Una alianza entre periodistas y lectores
Alrededor del libro "Combate por una prensa libre" de Edwy Plenel, en el 2º aniversario del periódico digital infoLibre

   El periódico digital infoLibre celebra este viernes 6 de marzo su segundo aniversario con un coloquio abierto al público llamado Nueva política y nuevos medios y el sábado 7 con una jornada de puertas abiertas de la redacción de infoLibre que, acompañada de la rendición de cuentas que ofrecen en este artículo, da testimonio de la manera en que entienden los periodistas de infoLibre su proyecto. Celebramos en este comentario el mantenimiento de un proyecto de periodismo independiente porque "la libertad de prensa no es un privilegio de los periodistas sino un derecho de los ciudadanos" y lo utilizamos para recomendar la lectura de un texto que se publicó hace más de dos años y que quizá no tuvo la repercusión deseada en España, más allá de los círculos profesionales de la información. Se trata del manifiesto Combate por una prensa libre, editado por Edhasa y con prólogo de Jesús Maraña, director de infoLibre. Su autor es Edwy Plenel, presidente y fundador  del periódico digital francés Mediapart, socio editorial de infoLibre.
   Edwy Plenel es un periodista francés que se significó en 2010 por investigar y denunciar el affaire Bettencourt que contribuyó al señalamiento público del presidente francés Nicolás Sarkozy y al cambio político en Francia ―seis años después, todo parece querer volver al punto de partida... pero eso es otro asunto―. Lo hizo en un periódico digital, Mediapart, que había fundado en 2008 junto a otros periodistas procedentes de diferentes cabeceras históricas del periodismo francés, cuando sintió que su independencia y su libertad como periodista estaban siendo amenazadas. La biografía de Plenel y de Mediapart merecen ser brevemente citadas porque son un pequeño ejemplo de lo que el autor sostiene en Combate por una prensa libre.
   Los que formamos parte del mundo del libro conocemos bien la experiencia de formar parte de un sector "amenazado" no sólo por la crisis económica, sino también por las nuevas tecnologías de las información. Durante muchos años un discurso melancólico y, por qué no decirlo, a veces resentido, ha dominado nuestras apariciones públicas. "El libro se muere. ¡Que alguien venga a salvarnos!", decimos. En el periodismo algo similar, incluso con más intensidad, está sucediendo. Pero frente a los que sostienen que el único futuro del periodismo reside en sacrificar ciertas parcelas de independencia y libertad en favor de generar complicidades con los que tienen el dinero y también frente a los que certifican la llegada de la nueva utopía tecnológica y la muerte social del periodismo como oficio, se erige este Combate por una prensa libre. 
   Inspirado en el periódico Combat de Albert Camus, periódico señero de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y de la Francia libre, Edwy Plenel hace en este conmovedor manifiesto un recorrido por los grandes iconos de la Francia republicana ―de la Francia revolucionaria, o de lo que quedó de ella―: Marat, Robespierre, Víctor Hugo, Jules Michelet, Marc Bloch, Albert Camus, Guy Debord, Jean-Pierre Vernant, Jacques Rancière... Y sigue su estela para argumentar que, frente a los adalides del nuevo periodismo sin periodistas, dominado por la supuesta neutralidad del informador anónimo, puede ser reivindicado un periodismo gestionado por profesionales capaces de otorgar rigor y una cierta objetividad. Pero fundamentalmente reclama la mejor tradición francesa, la de la libertad, la igualdad y la fraternidad, para sostener que el único periodismo posible no es aquel que defiende la alianza entre periodistas y accionistas, sino aquel que establece una alianza entre los lectores ―oyentes y espectadores también― y los periodistas: aquel que compromete al periodista en la defensa de la libertad del ciudadano y que compromete al ciudadano en la defensa de la libertad del periodista, porque "la libertad de prensa no es un privilegio de los periodistas sino un derecho de los ciudadanos".
   Si lees este artículo y te interesa como ciudadano aportar un grano de arena al sostenimiento de la prensa libre puedes asistir a la charla de aniversario, hacerte socio de infoLibre ―o del periódico que consideres que mejor realiza la tarea que tiene encomendada: informar― o leer y compartir este Combate por una prensa libre. Para abrir boca copiamos aquí un fragmento del manifiesto que está en el origen del libro:


El llamamiento de la Colina

El 24 de noviembre de 2008, durante una reunión pública celebrada en el Teatro Nacional de la Colina, en París, Mediapart y Reporteros sin Fronteras lanzaron el llamamiento que aquí se reproduce. Su alcance supera la crítica inmediata de los pretendidos estados generales de la prensa escrita, organizados en 2008 bajo tutela elísea, que motivó su elaboración. Cada uno de sus nueve puntos es una invitación a futuras mayorías políticas a refundar el derecho de información en Francia, ampliando sus cimientos democráticos.

   La libertad de prensa no es un privilegio de los periodistas sino un derecho de los ciudadanos.
   El derecho a la información, a la libre expresión y a la libre crítica, así como a la diversidad de las opiniones, es una libertad fundamental de cualquier ser humano. Sin información libre sobre la realidad, ambiciosa en su medios y pluralista en sus fines, no puede haber auténtica deliberación democrática. Régimen de todos los ciudadanos, sin privilegios de nacimiento, de diploma o de fortuna, una verdadera democracia supone que todos estén igualmente informados para ser libres en sus opciones y autónomos en sus decisiones.
   De este derecho público a conocer los hechos y las opiniones procede el conjunto de los deberes y derechos de los periodistas. Su primera obligación se refiere a la verdad de los hechos. Su primera disciplina es la búsqueda de informaciones verificadas, contextualizadas y con sus fuentes. Su primera lealtad es con los ciudadanos y prevalece sobre cualquir otra responsabilidad, en especial con respecto a sus empleadores y sus poderes públicos.
   Defender y promover este ideal supone la independencia, la transparencia y el pluralismo. 

   La independencia, es decir:
  1. El general respeto del derecho moral de los periodistas sobre su trabajo, para garantizar que la información no se vea reducida a una mercancía.
  2. El imperativo rechazo de una mezcla de intereses industriales y mediáticos, para garantizar que los operadores económicos no tengan más objetivo que la información.
  3. La absoluta preservación de la integridad del servicio público del audiovisual, para garantizar que ni sus informaciones ni sus programas sean controlados por el poder ejecutivo. 
  La transparencia, es decir:
  1. Un verdadero acceso, rápido y fácil, a todas las fuentes documentales de interés público para la vida democrática y la suerte de los ciudadanos, a imagen de la Freedom of Information Act vigente en Estados Unidos desde 1967.
  2. Una amplia protección de las fuentes de los periodistas, que asegure el derecho de los ciudadanos a avisarles e informarles, inspirada en la excelente ley belga vigente desde 2005.
  3. Una publicidad extendida a todos los actos del poder ejecutico que tengan incidencia directa sobre nuestra vida pública, que permita así la libre interpelación y el cuestionamiento directo de los gobernantes por los periodistas.
   El pluralismo, es decir:
  1. Una concentración limitada y regulada para evitar cualquier monopolio de hecho o cualquier abuso de posición predominante. 
  2. Una igualdad de trato para la prensa digital y la prensa impresa para evitar cualquier discriminación que estigmatice Internet.
  3. Un completo reconocimiento del lugar de los lectores como comentaristas, contribuidores y blogueros, para acrecentar la difusión y la distribución democráticas de las información y las opiniones. 
   Cualquier senda que se alejara de estos principios sería una regresión.

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