Juzgar al padre. Absolver al hijo. Y viceversa.
LA ESPECIAL RELACIÓN PADRE-HIJO EN ALGUNAS NOVELAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS.
Ser padre no es fácil. Lo sabemos porque la mayoría de nosotros tenemos o tuvimos uno y en algún momento de nuestra existencia tenemos o tuvimos un gran conflicto con él. Juzgar a tu padre cuando eres joven es algo muy fácil. Después, si tienes la suerte de ser tú el padre, verás que no es tan sencillo como parece. La incomunicación con tu sangre no es algo nuevo. Nuestra sociedad, sus mitos, la manera de relacionarse, es siempre una vuelta a los mitos antiguos, a los primeros textos, la Biblia y la tragedia griega. El honor, el destino, la lealtad, Edipo, Sísifo, el mandato, hay un imaginario colectivo que funciona hoy igual que hace cuatro mil años. Teseo e Hipólito nos hablan de la rivalidad padre-hijo, de los celos del padre ante la juventud y virilidad del hijo. Casi todo el mundo ha querido parecerse a su padre alguna vez. El guía, el modelo, el precursor. Todo hijo quiere imitar alguna vez al padre. El vástago, el primogénito, la copia. Todo eso puede ser teoría, porque cuando se da el conflicto, los reproches, la ausencia del padre, su falta de implicación, una serie de condicionantes que hacen cada relación entre un padre y un hijo sea especial. No es fácil, repito, ser padre. Es más fácil ser hijo. O no. A veces incluso nos convertimos en el padre que tuvimos y no quisimos tener. Quiero hablarles por eso de unas cuantas novelas de los últimos años que tratan de manera soberbia y descomunal dicha relación padre-hijo.
El olvido que seremos. Seix Barral. Este libro autobiográfico de Héctor Abad Faciolince cuenta la historia de su padre, un médico colombiano dedicado a la defensa de los desfavorecidos y a la lucha por la igualdad social hasta que fue asesinado en 1987. El libro, escrito con desgarro y valentía, es sin embargo un canto a la vida desde la orfandad existencial que la ausencia del padre provocó en el autor. El libro destila el amor y la rabia por un destino incontrolable. Amor por una infancia y juventud alegre. Rabia por tan trágico final, por su llegada al mundo adulto de esa manera tan brutal.
Escribir este libro le permitió a Héctor Abad superar la muerte.
Escribir este libro le permitió a Héctor Abad superar la muerte.
"Entendí que la única venganza, el único recuerdo, y también la única posibilidad de olvido y de perdón, consistía en contar lo que pasó y nada más".
Sukkwan island. Ediciones Alfabia. Quizá uno de los libros más impactantes que he leído en los últimos años. David Vann, el autor tiene una historia peculiar, dramática. Y este libro le ayudó a expulsar sus fantasmas. La historia real es que el padre de Vann se suicidó tras una negativa del hijo a pasar unos días con él en su refugio de Alaska. La historia, terriblemente cierta, el sentimiento de culpa, inimaginable. Fantaseen ese momento, esa experiencia de ser un chaval y que te digan que tu padre se ha suicidado porque no has querido pasar unos días con él... Vann nació en Alaska, lo que tampoco ayudó a tranquilizar las cosas. Un clima hostil, extraño, naturaleza pura, bella pero cruel. Y él escribe inspirado por este clima. Y Sukkwan Island te deja helado y sin aliento porque la naturaleza amplifica los sentimientos, y el miedo se convierte en pánico absoluto. En el libro el paisaje y el ambiente son parte fundamental de la novela. Jim decide llevarse a su hijo Roy a una isla de Alaska de difícil acceso, repleta de frondosos bosques y montañas escarpadas para recuperar una relación perdida y estrechar vínculos. Un año entero en una cabaña sin contacto con nadie. Los días pasan y la situación claustrofóbica empieza a provocar estados carenciales en los dos. Sobrevivir se hace difícil y las emociones empiezan a estallar. Aviso: hay un momento de la novela en la que tienes que dejarla unos minutos, unas horas, unos días, del impacto que te produce lo que allí acontece. Inconmensurable.
Tiempo de vida. Editorial Anagrama. Marcos Giralt Torrent. En este libro Giralt escribe sobre la muerte del padre. Ese momento en el que cualquier ser humano deja de ser el mismo para siempre. Reconstruye a través de sus recuerdos la relación marcada por la imitación y la fidelidad. Habla de la dificultad de la comunicación cuando tu padre tiene mucha personalidad y tu eres más bien tímido. De lo que nos une y nos separa y de ese hecho necesario del perdón y de la comprensión. Un libro necesario sobre lo verdaderamente importante. Soberbio.
La carretera. El maestro Cormac McCarthy nos enfrenta en esta novela a un escenario arrasado por una supuesta guerra nuclear. Un padre y su hijo cruzan Norteamérica rumbo al sur bajo un frío aterrador. No existen animales ni plantas y las bandas de caníbales son una amenaza para sus vidas. Para el padre la única esperanza y sentido es que su hijo sobreviva en un viaje iniciático casi infernal. Su amor es la única luz en medio de las tinieblas. Un libro repleto de situaciones desesperadas y de hondas reflexiones sobre lo correcto, lo moral, y lo
necesario. Sobre el nihilismo, la individualidad y la esperanza. Una novela corta que te dejará sin aliento, con una prosa directa, contundente y sencilla pero a la vez hermosa. Un clásico imprescindible del siglo XXI.
necesario. Sobre el nihilismo, la individualidad y la esperanza. Una novela corta que te dejará sin aliento, con una prosa directa, contundente y sencilla pero a la vez hermosa. Un clásico imprescindible del siglo XXI.
Finalmente no quiero dejar pasar la oportunidad de citar un clásico de esta temática impactante por su rencor, se trata de Carta al padre de Franz Kafka. Un ajuste de cuentas en toda regla en el que Kafka va desgranando uno a uno un auténtico diluvio de reproches a su padre de una manera brutal. Acusándole de la opresión y los complejos que tuvo el genial escritor checo. El libro, muy corto, acusa directamente a su progenitor de haber errado en su educación estricta y de haberle creado un personalidad enfermiza e insegura, intentando que tanto él como sus hermanas, tomaran un camino alejado de sus propios deseos y sentimientos, siempre ocultos tras la severidad y el miedo al padre, y que creó en Kafka un hondo sentimiento de culpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario