¿Muerta? ¿La poesía? ¡Que viva la poesía!
Jueves 31 de marzo, 19.30 horas: Presentación de Balada en la muerte de la poesía con la presencia de Luis García Montero, presentado por Pablo Bonet
Se equivocarán quienes piensen que el nuevo poemario de Luis García Montero es una meláncolica elegía del "paraíso perdido" de la poesía. Al contrario, es justo lo contrario: un breve libro de combate para reivindicar la perenne necesidad del discurso poético frente al mercado tan pragmático y utilitarista, pero también una apuesta por un modo de afrontar y entender la poesía que demanda este momento que vivimos. Sirvan las palabras del propio Luis García Montero en la presentación/defensa que en Infolibre publicó hace unos días (puedes leer el artículo completo en este enlace):
"Hemos vivido en los últimos años un fenómeno contrario al presagiado por los que denunciaban los malos tiempos para la lírica. La poesía ha empezado a tener éxito comercial. Algunos libros consiguen reediciones y cifras altas de ventas. Poetas y cantautores, aliados con las redes sociales, a través de los bares, los conciertos y las librerías, han conformado un público. Y hay casos de singular interés y calidad. Pero, por primera vez, se corre el peligro de que el mercado se convierta en el referente poético de la calidad. Y esto sitúa el cuestionamiento necesario de la poesía en el otro extremo: negarse a pensar que sólo es bueno lo que se comunica con una facilidad adolescente en los circuitos sentimentales de la sociedad de consumo. La banalización de la felicidad es igual de corrosiva que la banalización del mal o que la renuncia al lenguaje asumido como el principal espacio público. La poesía reclama ahora lentitud y conciencia melancólica para salvar al significado de las sirenas de un corazón publicitario. La facilidad no significa calidad, el rumor de lo cotidiano no asegura la verdad lírica y el sentido de las declaraciones transparentes no implica una búsqueda de la profundidad."
"¿Cuánto tarda en llegar una noticia hasta el siglo XV? El poeta se lo pregunta al enterarse por la televisión de que la poesía ha muerto. Piensa en Jorge Manrique. ¿A qué hora será el entierro? Poco a poco el buzón del teléfono se llena de mensajes: la vida retirada, la noche oscura, Lucrecio, Leopardi, Baudelaire, Rubén Darío, Anna Ajmátova, Federico García Lorca, el amor constante más allá de la muerte… Todos quieren saber, todos comentan el suceso. El poeta asiste al día siguiente al entierro, regresa a su casa y se sienta a escribir esta Balada en la muerte de la poesía."
La editorial Visor publica estos poemas en prosa de Luis García Montero en su colección Palabra de Honor, acompañados por unos dibujos de Juan Vida que se acercan a las pinturas negras de Goya. "Sus dibujos están hechos desde la idea de que la belleza no es la verdad o de que el arte para ser bello no tiene que eludir la verdad descarnada", asegura García Montero en una entrevista con Efe, al tiempo que aclara la independencia de los dibujos en relación con los textos. (...)
"Vivimos en una sociedad mercantilista donde se ha instalado el cinismo, donde se pierde la memoria -continúa-. Todo es relativo y las palabras han perdido su honor; hoy se dice una cosa y mañana otra. Una sociedad del espectáculo que contrasta con los valores de la poesía, como la conciencia y la lealtad a uno mismo y a la verdad". (...)
"Hemos vivido en los últimos años un fenómeno contrario al presagiado por los que denunciaban los malos tiempos para la lírica. La poesía ha empezado a tener éxito comercial. Algunos libros consiguen reediciones y cifras altas de ventas. Poetas y cantautores, aliados con las redes sociales, a través de los bares, los conciertos y las librerías, han conformado un público. Y hay casos de singular interés y calidad. Pero, por primera vez, se corre el peligro de que el mercado se convierta en el referente poético de la calidad. Y esto sitúa el cuestionamiento necesario de la poesía en el otro extremo: negarse a pensar que sólo es bueno lo que se comunica con una facilidad adolescente en los circuitos sentimentales de la sociedad de consumo. La banalización de la felicidad es igual de corrosiva que la banalización del mal o que la renuncia al lenguaje asumido como el principal espacio público. La poesía reclama ahora lentitud y conciencia melancólica para salvar al significado de las sirenas de un corazón publicitario. La facilidad no significa calidad, el rumor de lo cotidiano no asegura la verdad lírica y el sentido de las declaraciones transparentes no implica una búsqueda de la profundidad."
"¿Cuánto tarda en llegar una noticia hasta el siglo XV? El poeta se lo pregunta al enterarse por la televisión de que la poesía ha muerto. Piensa en Jorge Manrique. ¿A qué hora será el entierro? Poco a poco el buzón del teléfono se llena de mensajes: la vida retirada, la noche oscura, Lucrecio, Leopardi, Baudelaire, Rubén Darío, Anna Ajmátova, Federico García Lorca, el amor constante más allá de la muerte… Todos quieren saber, todos comentan el suceso. El poeta asiste al día siguiente al entierro, regresa a su casa y se sienta a escribir esta Balada en la muerte de la poesía."
La editorial Visor publica estos poemas en prosa de Luis García Montero en su colección Palabra de Honor, acompañados por unos dibujos de Juan Vida que se acercan a las pinturas negras de Goya. "Sus dibujos están hechos desde la idea de que la belleza no es la verdad o de que el arte para ser bello no tiene que eludir la verdad descarnada", asegura García Montero en una entrevista con Efe, al tiempo que aclara la independencia de los dibujos en relación con los textos. (...)
"Vivimos en una sociedad mercantilista donde se ha instalado el cinismo, donde se pierde la memoria -continúa-. Todo es relativo y las palabras han perdido su honor; hoy se dice una cosa y mañana otra. Una sociedad del espectáculo que contrasta con los valores de la poesía, como la conciencia y la lealtad a uno mismo y a la verdad". (...)
Ahora, tras cuatro años de
silencio poético y mientras estaba tejiendo su libro Puerta cerrada,
otro poemario que saldrá presumiblemente en 2017, según avanza, se ha
cruzado esta Balada en la muerte de la poesía, que nació tras su
participación en un encuentro sobre la situación de la poesía en la isla
de Lampedusa (Italia).
Fragmentos de la crónica/entrevista de Carmen Sigüenza para la Agencia EFE
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