URNA DE POEMAS
Economía de guerra
Poemas de Ana Pérez Cañamares incluidos en Economía de Guerra, Ediciones Lupercalia, 2014
A partir de ahora, la poesía ocupará un espacio fijo en las redes de Muga, como ya lo hace en la propia librería, en ese rinconcito que le tenemos reservado donde se mezclan novedades, imprescindibles y olvidados.
Un día como hoy, por razones que resultarán evidentes para quien lea los titulares de la prensa, merece la pena empezar con uno de los libros de poemas que, con mayor altura poética, ha combatido la indiferencia, el cinismo y la autoindulgencia de una sociedad como la nuestra, que corre el peligro de aceptar con naturalidad una "economía de guerra" para sí (léase por ejemplo este lucídismo artículo de opinión de Edwy Plenel: "La democracia no es la guerra").
Hemos elegido el libro de Ana Perez Cañamares, publicado por Lupercalia Ediciones en 2014, para empezar a llenar esta "urna de poemas". Aquí os dejamos algunas muestras de Economía de guerra.
Un día como hoy, por razones que resultarán evidentes para quien lea los titulares de la prensa, merece la pena empezar con uno de los libros de poemas que, con mayor altura poética, ha combatido la indiferencia, el cinismo y la autoindulgencia de una sociedad como la nuestra, que corre el peligro de aceptar con naturalidad una "economía de guerra" para sí (léase por ejemplo este lucídismo artículo de opinión de Edwy Plenel: "La democracia no es la guerra").
Hemos elegido el libro de Ana Perez Cañamares, publicado por Lupercalia Ediciones en 2014, para empezar a llenar esta "urna de poemas". Aquí os dejamos algunas muestras de Economía de guerra.
No sólo nos definen
las guerras que peleamos
el enemigo que elegimos
sino también la enfermería
el hogar donde curar heridas
el médico que nos cose
y su hilo.
La poesía es la convalecencia
a la que apostamos la salud.
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Norman Bethune en China (1938-1939) |
I.
Y mientras vosotros maquináis
nosotros nos boicoteamos
dejando que el cansancio
sea todo lo que nos pase.
II.
Por la mañana el cansancio
por la tarde la ansiedad.
Nos acostamos confusos
como perros de anciana
que no entienden para qué
les ha sido concedida
la alegría de vivir.
III.
El descanso como tarea.
Las tareas como castigo.
Somos peces fabricando anzuelos.
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"El viejo y el perro" / Flickr de celta4 |
El capitán no es el capitán. El capitán es el mar
Jesús Lizano
Todo acabará por llevarnos
la contraria. Y es bueno
que así sea. Lo que ven
tus ojos no es un país.
Tú no eres un dictador.
A todos tus intentos
de golpes de estado
los derrocará la vida:
invencible ejército
de liberacion.
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Del blog "La guerra del mundo" |
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