Los restos, según el acuerdo, se llevarán a una zona desértica a 100 kilómetros de Las Vegas. ¿Las Vegas? ¿Ese lugar lleno de luces de colores, casinos de toda tipología, dolares desperdigados y fiestas a cada minuto? Ésta es la imagen mental que tendríamos la mayoría de personas cuando nos mencionan esa conocidísima ciudad.
Tanto el cine como la literatura ,y algún que otro docu-reality de viajeros, se han empeñado en mostrarnos Las Vegas de este modo. Nos llevan a visitar sus estrambóticos casinos, los hoteles irreales, las fiestas en piscinas con todo tipo de formas y tamaños y, por supuesto, todos los Elvis que uno pueda imaginarse (en todas sus épocas, formas y tamaños).

Hunter S. Thompson nos introdujo en el periodismo gonzo y en una surrealista Las Vegas, bajo el seudónimo de Raoul Duke, al mismo tiempo. Le acompañamos por sus páginas en sus locuras y sus viajes, físicos y psicotrópicos, descubriendo esa cara de la ciudad en 'Miedo y Asco en Las Vegas' (Anagrama, 2003)
Drogas, peleas y personajes de lo más estrafalario aparecen a lo largo de toda la novela que, al mismo tiempo, nos va introduciendo a nosotros en su locura mientras notamos las subidas y bajadas de su estado de ánimo en nuestro cuerpo.
Es una buena recomendación para viajar astralmente a la ciudad sin moverte del sofá.
Sin embargo, existe esa otra cara de Las Vegas, completamente diferente, en la que el desierto, el calor y las curiosidades se dan la mano y que hacen que la ciudad no deje de parecernos inquietante y misteriosa.

La intranquilidad de D'Agata irá hilando de una forma muy fina la historia de la ciudad y sus habitantes, a través de pequeñas historias y anécdotas que nos harán abrir los ojos a esa nueva perspectiva.*
*Desde aquí os animo a buscar la historia del padre de Woody Harrelson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario